Así es, y a nuestra querida España, propiedad de banqueros y caraduras, iremos de vacaciones a beber sangría, comer paella y a ver algún espectáculo de flamenco...
Pero qué quieres que te diga, pagar impuestos para mantener a los mamones de turno... me quedo donde estoy, mis hijos me lo agradecerán.
¡Salud!